NOTA DEL MES:

Entrevista al cardiólogo Gonzalo Beristain

Cardiopatías: Para evitar enfermedades es fundamental la prevención y la actividad física

 
El BLOG entrevistó al coordinador de Unidad Coronaria del Hospital Provincial de Rosario, miembro del Staff Médico de Cardiología y Unidad de Terapia Intensiva del Policlínico PAMI I y parte del cuerpo médico del Sanatorio Parque de Rosario, Gonzalo Beristain, para conocer como tratar las cardiopatías desde paradigma del envejecimiento activo propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en las personas mayores a nivel mundial, nuestro país no es ajeno a esto. Hay varios factores que influyen significativamente en estas enfermedades que se manifiestan en la edad adulta, en su mayoría, si no son congénitas.

Ahora bien, para concebir al envejecimiento como situación positiva hay que acompañar el proceso con oportunidades continuas de salud, participación y seguridad; incorporar una mirada más compleja sobre el envejecimiento saludable y reconocer los factores que modifican la forma de envejecer de las personas y que influyen en la atención sanitaria, más allá de los biológicos y/o orgánicos. En otras palabras, permitir que las personas puedan desarrollar su potencial físico, social y mental a lo largo de todo el ciclo vital y tener las condiciones para participar socialmente según necesidades, deseos y capacidades, recibiendo cuidados adecuados cuando se necesite asistencia.

Por lo cual, el BLOG se contactó con al médico Gonzalo Beristain e indagó sobre la prevención, la actividad física y la vida sexual de las personas mayores con cardiopatías con el fin de brindar oportunidades y poder desarrollar el potencial de sus capacidades. “Para evitar todas las enfermedades, no solo las cardiopatías, que afectan a las personas mayores lo fundamental es la prevención desde la edad temprana y sobre todo la actividad física que no tiene límites para su desarrollo”, aseguró.

  
A raíz de este comentario, se consultó sobre las medidas de prevención primaria de salud convenientes ante las enfermedades cardiovasculares. “Hay que iniciar modificando ciertos hábitos en las personas desde la infancia. En primer lugar, incorporar la actividad física como forma de vida”, sintetizó.

“Las personas no tendrían que pensar que la actividad física es sólo para el tiempo libre, sino como parte del desarrollo personal y un elemento más aparte del trabajo y/o el estudio.  Hay que instalarla a través de las instituciones como el colegio, los clubes de barrio y centros deportivos, entre otros ámbitos, porque es una inversión en la salud de cada uno de nosotros. Es decir, previene de los problemas cardiovasculares y de las enfermedades en general, además de favorecer a cuestiones relacionales como la integración, la participación, la sensación de bienestar y la reducción de los niveles de agresividad. La OMS recomienda realizar cinco horas de actividad física por semana”, acotó.

Gonzalo Beristain se refirió a la actividad física en primera instancia, pero también habló sobre la alimentación, el cigarrillo y el control de los factores de riesgo. “La alimentación y el cigarrillo tienen una fuerte incidencia en este tipo de enfermedades, por lo cual hay que tener políticas públicas que apunten a modificar los hábitos de alimentación -incorporando las frutas y las verduras a las ingestas diarias-, además de campañas contra el tabaquismo. Otras de las formas de prevenir las enfermedades cardiovasculares es el control en los factores de riesgo como los niveles de glucemia, la diabetes, la hipertensión y el colesterol”.

En relación a las enfermedades cardiovasculares y la prevención secundaria y terciaria, el entrevistado comentó que “en nuestra sociedad en general hoy se apunta más, a partir de las ofertas en el mercado farmacéutico, a prevenir un síntoma de una enfermedad cardiovascular cuando está en su fase pre sintomática”.

Respecto a las cuestiones que deben tener en cuenta los profesionales de la salud en la intervención a personas mayores con cardiopatías -sin dependencia o discapacidad-, el médico explicó que han cambiado muchísimo las intervenciones hacia las personas que sufren un infarto. “Hoy en día son muy pocas las enfermedades cardiovasculares que los especialistas médicos indiquen reposo absoluto y/o prohíban la actividad física. Históricamente cuando se trataba un infarto agudo de miocardio al paciente se lo dejaba un mes internado en una cama sin moverse. Hoy, en el 2010, se trata un infarto de manera aguda en 6 horas y se busca que el paciente empiece a mover y caminar en no más de 72 horas. Esto es lo que condiciona a futuro al paciente e igualmente pasa con la mayoría de las cardiopatías”, afirmó Beristain.

Además, el entrevistado del BLOG explicó que no se puede dejar de lado los altos niveles de envejecimiento poblacional y el aumento de la expectativa de vida en los países desarrollados y subdesarrollados, y que las cardiopatías son la primera causa de muerte. Estos dos aspectos indican que no se puede desconocer cómo trabajar con personas mayores que tienen esta situación. “La actividad física y la movilidad va seguir siendo beneficiosa en estas personas. Por ejemplo, para quienes tienen hipertensión es fundamental la actividad física-aeróbica y esto no tiene límite de edad. Sí habrá que aggiornarse de acuerdo a la situación del paciente en cuanto a qué tipo de actividad puede hacer y la gran limitación que puede presentarse con la osteomuscular (artrosis)”.


 
Luego Beristain dijo que los beneficios de la actividad física en el agua para las personas mayores no tienen límites. Los profesores de educación física especializados tienen muy claro cómo trabajar con las personas que padecen enfermedades como la obesidad o la artrosis, y se ven beneficiadas con la actividad física en dicho medio, sobre todo, las personas con cardiopatías. Y agrega: “Solamente hay algunas cardiopatías que no se pueden indicar actividad física o hay que tener más cuidado de movimientos y actividades diarias que realiza la persona en su vida cotidiana”, dejando en claro a su vez que “estas situaciones son cuando las personas que tiene una cardiopatía empiezan a tener síntomas al mínimo esfuerzo o en esfuerzos normales o cuando no realizan esfuerzos e igualmente tienen síntomas”.

Respecto a la recuperación de las cardiopatías y la educación física, el coordinador de Unidad Coronaria del Hospital Provincial de Rosario comentó que “con una progresión de dos años de la enfermedad, la gran mayoría de las pacientes se beneficia con la actividad física por las consecuencias positivas en la calidad de vida en general. Es decir, como parte del tratamiento de un cardiopatía, la actividad será beneficiosa siempre y cuando sea acorde a la cardiopatía que tiene la persona, y esté controlada y dirigida por un médico que indique los pasos a seguir, los umbrales de actividad física que se deben trabajar, la intencionalidad y la frecuencia semanal”, acotó.

Entonces, profesionales de la salud -psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales, profesores de Educación Física y médicos, entre otros- u otros que intervengan con personas mayores con cardiopatías tienen que tener en cuenta que “la persona con esta patología no tiene directamente una situación de discapacidad ni son dependiente de por sí, sino que hay que tener en cuenta las recomendaciones profesionales y, a partir de ahí, realizar todas las actividades, entre ellas físicas, que generen bienestar en la persona y desarrollarlas sin miedo. Que no sea una limitación por sí el que haya tenido un infarto o una operación importante en el corazón”, insistió.

 
SEXUALIDAD Y VEJEZ  

Por último, el BLOG consulta al miembro del Staff Médico de Cardiología y Unidad de Terapia Intensiva del Policlínico PAMI I y parte del cuerpo médico del Sanatorio Parque de Rosario sobre el uso del Sildenafil (conocido por el nombre comercial “Viagra”) en las personas mayores con o sin cardiopatía, los miedos que esto genera y las posibilidades e impedimentos del uso de dicha medicación.

“Gran parte de la medicación que se prescribe a personas con alguna cardiopatía  genera en mayor o menor medida impotencia sexual en los hombres. En la era pre-sildenafil, los diuréticos, meta bloqueantes y algunos vasodilatadores eran el fin de la actividad sexual de muchas personas mayores”, comentó.

Beristain recuerda que “de casualidad se descubrió el sildenafil. En realidad era usado para las mujeres con hipertensión pulmonar primaria -una enfermedad dominante en las mujeres- y hoy en día llegó a ser una de las medicaciones más famosas y conocidas en el mercado farmacéutico. Los más beneficiados fueron las personas adultas y las que se encuentran medicadas por tener una cardiopatía porque el sildenafil les permite tener una actividad sexual acorde a su situación, pero que en otro momento no hubiera existido por priorizar la salud por encima el deseo sexual”.

En este marco, Beristain resalta “toda la motivación, el bienestar y el placer que genera en las personas el poder continuar con su vida sexual”, y respecto a los miedos de tomar esta medicación y tener un ataque cardíaco, advierte que “en realidad tiene cierto efecto beneficioso sobre el corazón por ser vasodilatador, pero antes de que el paciente tome esta medicación hay que prescribirlo con control porque tiene contraindicaciones con algunos medicamentos como los nitritos que se usan para la angina de pecho. Por este motivo, el médico debe estar al tanto de lo que el paciente va ingerir”, recomendó.

“Cada vez es más frecuente este tipo de consultas, hay muchos pacientes de edad avanzada que entran por primera vez al consultorio porque quieren tomar Sildenafil. La existencia de dicha medicación ha modificado muchísimos los motivos de consulta en los consultorios médicos, y lo que se hace habitualmente en el consultorio es realizar una evaluación cardiovascular y una prueba funcional de esfuerzo porque lo que preocupa es el esfuerzo que realizará la persona”, señaló Beristain.

Por último, Gonzalo Beristain, desde su perspectiva como médico, comentó  “que en los últimos tiempos con el Sildenafil aumentó de HIV y las enfermedades de transmisión sexual en las personas de la tercera edad porque éstas han quedado fuera del enfoque de la prevención del HIV. Esto se notó en las últimas estadísticas, que si bien es poco, el aumento fue crucial. Esto es un problema que se ve y que se debería encarar como política de prevención en la tercera edad”.

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